miércoles, 22 de julio de 2009

¿Y de quién es la culpa?

Por Demian Duarte
Ahora si que el PRI Sonora, esa embarcación “insumergible” que durante seis años se dedicó a construir Eduardo Bours Castelo, hace agua y las proporciones de la catástrofe que ahí se enfrenta pueden resultar épicas.

Digamos, utilizando la metáfora del Titanic, que el iceberg contra el que se toparon el 5 de julio fue inesperado, demasiado grande y ni siquiera había suficientes botes salvavidas para que todos los pasajeros se salvaran.

Las recientes declaraciones de Otto Claussen Iberri, uno de los más connotados boursistas, y uno de los pocos que alcanzó salvavidas (una diputación por Guaymas), acusando de traidores a los equipos de Ernesto Gándara Camou, de Ricardo Bours Castelo e incluso a Roberto Ruibal Astiazarán (el mismo piloto de la nave), no dejan lugar a dudas.

La derrota electoral del pasado 5 de julio abrió las heridas y desnudó el sentimiento que hay entre los priistas no boursistas, es decir los del PRI antes de Bours, quienes no culpan a otro que al capitan del barco (el mismo Bours) por la desgracia.

Y es que como señalaba en este mismo espacio hace unos días, la culpa de la derrota del PRI, es del mismo PRI, de quienes construyeron ese proyecto “invencible” destinado a gobernar Sonora por los próximos 18 años y para llevar al propio gobernador hasta la misma Presidencia de la República.

Y la culpa es muy en particular del mismísimo Eduardo Bours Castelo, quien en su estilo personal de llevar el poder, con su arrogancia y actitud “echada pa delante”, puso las condiciones para que el PAN les metiera los 464 mil 865 votos, es decir los 39 mil 815 de diferencia, con los que Guillermo Padrés, los sacó del poder.

Y ante los señalamientos de Claussen Iberri, no le quedó más remedio a Ernesto Gándara, uno de los damnificados del boursismo, pero quien no se subió al barco y se salvó del hundimiento, que responderle, no a Otto, sino al propio Bours, que no es más que su culpa lo que está pasando.
Y si no me cree, cheque usted las declaraciones que hizo el alcalde de Hermosillo:

1°.- Considero que las declaraciones del diputado electo Otto Claussen expresadas ayer, con la misma línea, a diversos medios de comunicación, se emitieron con "mala leche", con mala intención y sin ningún ánimo de buscar lo que hoy más que nunca, necesita el PRI en Sonora: Unidad.

2°.- Agradeceré siempre a los más de 100 mil priístas y no priístas que el pasado 8 de marzo votaron por nuestra opción, pero nunca obligaría a nadie a hacer algo en contra de su voluntad. Quien haya decidido votar o participar con otro partido político, se le respeta, ya que son personas libres y no objetos ni propiedad de nadie.

3°.- El PRI no tiene dueño en Hermosillo, ni en Sonora, ni en el País. El PRI es mucho más que cualquier trienio o sexenio.

4°.- Somos muchos más las mujeres y los hombres de bien que queremos el bienestar de nuestra comunidad y no andamos justificando supuestas traiciones. Eso es de camarillas y complicidades que en vez de ejercer la autocrítica, en vez de decir “en qué falle”, prefieren cobijarse en la cobarde y cortesana actitud de “todos se equivocaron menos yo”.

5°.- Nuestro partido tiene mucho de que enorgullecerse, pero también tenemos mucho que aprender. El pueblo no se equivoca, quienes luego nos equivocamos somos los políticos cuando llegamos al poder y luego se nos olvida que es un mandato de la gente para servir a la gente, se nos olvida que el poder es pasajero, que tiene final y que de lo que más nos tenemos que cuidar es de los lambiscones y corifeos que son muy buenos para adular, pero que siempre serán los primeros en dar la espalda ante cualquier adversidad.

Ahí si que más claro ni el agua, para Ernesto Gándara y muchos priistas, el hundimiento del PRI Sonora, es responsabilidad de Eduardo Bours, de sus operadores, de la Sub 17, y ahora los que se queden no tendrán más opción que iniciar con la reconstrucción de ese instituto político.

Por cierto, mucho me llamó la atención que mención aparte merecieron los lambiscones, que son muy buenos para adular, pero que son los primeros en dar la espalda. Y por supuesto, los cobardes, que ahora buscan culpables en todas partes.

La verdad es que ese pleito no termina hoy, y por supuesto esto para beneplácito de los panistas y los enemigos de Eduardo Bours, no significa otra cosa que el fin del boursismo.

http://www.dossierpolitico.com/vercolumnas.php?artid=59748&relacion=dossierpolitico&mas=292

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