miércoles, 29 de julio de 2009

¿El burro hablando de orejas?

Por Demian Duarte

Mucho me ha llamado la atención la estrategia que sigue el PRI a fin de impugnar el resultado electoral y reclamar la anulación del proceso del pasado 5 de julio, alegando actos de inequidad por parte de la autoridad electoral, y de ilegalidad y corrupción de parte de sus opositores.

Inmediatamente me pasan un sin fin de imágenes por la mente, de las que simplemente tengo que concluir que quienes trazaron esa estrategia o no pensaron lo que iban a salir a decir, o son tan cínicos que luego no les importa que se diga que están como el burro que se burla de las grandes orejas de otros semovientes.

Me parece simplemente increíble que acusen al PAN de haber sobrepasado los límites de gasto establecidos para la campaña, que aleguen que hubo contratación directa de medios electrónicos, cuando lo prohíbe expresamente el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (Cofipe) y una serie de lindezas más.

En la litis, quien acusa tiene la responsabilidad de probar con elementos suficientes, pruebas documentales, testimonios y demás argumentos, que lo que dice es verdad, de lo contrario esas acusaciones son descartadas de inmediato por la autoridad a cargo del caso, que tiene la obligación de hacer un balance objetivo y sustentado en la Ley de los alegatos que la parte acusadora y el acusado, hagan al respecto.

Y en este caso, aunque desconozco la argumentación que viene contenida en el voluminoso expediente que se presentó ante el Tribunal Estatal Electoral y de Transparencia Informativa (Teeti), si puedo apreciar que muchos de los argumentos que se están presentando como causales de la nulidad del proceso, no son suficientes, y en todo caso son rebatibles.

En el PRI acusan al PAN de haber contratado spots en estaciones de radio, de manera directa y aseguran que fue tal el descaro de los partidarios de Guillermo Padrés que se gastaron más de 19 millones de pesos en este asunto, esa es exactamente la cantidad por la que los panistas habrían (una vez más de acuerdo con los alegatos priistas) rebasado el tope de campaña de 44 millones de pesos.

El problema es que ese es un argumento muy complicado de comprobar, porque para empezar, hace falta presentar los cheques, o las copias de los cheques, o los depósitos en los bancos, o bien el mea culpa por parte de los concesionarios de esos medios electrónicos, y el problema es que aunque hubiera sucedido la contratación de espacios en los medios, el famoso Cofipe es tan estricto al respecto, que si se comprobara que eso sucedió el crimen habría sido cometido por esos concesionarios, que podrían ser acreedores a fuertes multas o bien a la anulación de su título de concesión.

Es decir, sin reflexionar en los alcances de ese simple argumento, el PRI se está metiendo en una batalla incluso con los medios de comunicación electrónicos, de la que no solo no sacará nada, sino que además lo hará quedar mal parado frente a esos medios de comunicación que luego son indispensables para los políticos.

Pero más allá de argumentos y aspectos de códigos y leyes, realmente me enternece observar a los priistas de Sonora, si a los mismos orgullosos que hicieron un fuerte y descarado despliegue de coberturas informativas a favor de sus candidatos en los medios de propiedad del gobierno estatal, como Telemax y Radio Sonora, o bien que utilizaron las estructuras y toda la fuerza del estado para operar, tanto en la precampaña que culminó en la interna del 8 de marzo, y por supuesto en la elección.

Por el PRI y su candidato Alfonso Elías Serrano, votaron más de 425 mil ciudadanos, alrededor de 65 mil más de los que lo hicieron en el 2003 por Eduardo Bours. Ello implica que muchos ciudadanos estaban convencidos de la viabilidad del proyecto de “Sonora al siguiente nivel”, ello denota que el operativo funcionó, que se logró movilizar a decenas de miles de votantes, sin embargo, el hecho de que Padrés les ganara por 39 mil 815 votos, implica que ni toda la fuerza del estado, ni el uso de sus medios de comunicación, ni el operativo, ni la simpatía de los filopriistas del estado fue suficiente.

Yo insisto en mi tesis, el hecho de que por Guillermo Padrés Elías votaran más de 465 mil ciudadanos, es decir casi 100 mil más de los que votaron por Bours en su momento, habla claramente de que el pueblo de Sonora, la gente común y corriente, estaba harta de los excesos, de los abusos de poder, de las mentadas de madre y de la arrogancia de un gobernante que se sintió eterno, que se creyó omnipotente, y al que sus publicistas pretendieron hacer omnipresente.

La estrategia no funcionó y ahora no encuentran como darle la vuelta a la hoja, lo que sea menos perder, dicen ahora los boursistas, sin embargo, la gente habló el 5 de julio, lo hizo en su contra y perdieron.

¿Será tan difícil de entender?

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Comentarios a la nota

SARA KARINA 2009-07-28
Excelente articulo y siendo mas duro con los priistas podriamos decir que "NO HAY PEOR MORALISTA QUE UNA PROSTITUTA REINVINDICADA" nomas que esta prostituta(PRI) jamas se reinvindicara por mas que vaya a misa a darse golpes de pecho

http://www.dossierpolitico.com/vercolumnas.php?artid=60131&relacion=dossierpolitico&mas=292

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