Lo artificial de las elecciones

Esteban Martínez Díaz
Lo desesperante de este período comicial que prácticamente está por terminar, es lo artificial de las elecciones en donde salen electos elementos que no participaron en ellas y que por tanto no participaron en el cernidor que representan las urnas.

Son, nada menos, que los diputados plurinominales, designados por los partidos políticos que tienen el control del poder en el país, ya que nadie puede ser candidato si no son registrados por estos entes, millonariazos desde luego, como consecuencia de los recursos que les asigna la ley electoral.

El Panal, que es el partido propiedad de la maestra Elba, líder vitalicia del SNTE, no pudo ganar en ninguno de los 300 distritos electorales; sin embargo, tendrá 8 diputados plurinominales que se asignarán a los parientes y a los amigos más leales de la chiapaneca.

¿Cuáles son los méritos del Panal para disfrutar de este privilegio? No ganó en ninguna parte. Los candidatos de mayoría relativa le fueron ajenos. No obstante, en una información que se me antoja confusa e increíble, el Instituto Federal Electoral le acredita 1.1 millones de votos, cero diputados de los que se ganan con votos y 8 plurinominales.

Y a propósito: ¿Qué pasó con las secciones 28 y 54 del SNTE en las recientes elecciones por el gobierno del Estado? ¿En dónde estuvo esa fuerza arrolladora de que tanto se presumió, consentida de Calderón, que pedía la renuncia de Alfonso Elías Serrano como senador, para abrir la puerta a la gubernatura de Fermín Trujillo?

Tal parece que se volvió bolas en esa jugada de apoyar a todos los partidos, de acuerdo con las instrucciones del presidente o los arreglos con los gobernadores y grupos afines, enviándolos por la libre cuando sintió que la suerte o la diosa fortuna no le favorecía y accedió al sacrificio de sus aliados, a cambio de la benevolencia y el perdón de los triunfadores.

Doña Elba, bien conocida por su generosidad con los candidatos a los que ha decidido apoyar, con fuertes cantidades de dinero, abandonó el barco de Elías Serrano cuando previó la consecuencias de los acontecimientos de la guardería de Hermosillo; en consecuencia, dejó desamparado a su gran amigo Eduardo Bours, a quien alguna vez soñó hacer presidente de la República.

Además, sé de algunos municipios en donde el magisterio fue duramente golpeado por el Panal, dejándolos indefensos ante la agresión de los opositores. Hubo casos en que los precandidatos del gremio fueron marginados cuando eran los más viables para las candidaturas, lo que dio motivo a derrotas sin precedentes.

Es claro que de los apoyadores dependen los resultados. Elba Esther jugó a lo seguro. Cuando sintió que la lumbre de la guardería y el furor de los sonorenses, podría alcanzarla, puso terreno de por medio, se enterró en las sombras del anonimato, del que no saldrá hasta que pase la tormenta, ya que es conocido que sus alianzas en el resto de la República fueron con el PAN, quedando maltrecha y herida con el desastre de este partido en las elecciones del 5 de julio.

Como una perla nos resulta la noticia de que los diputados de la legislatura que está por terminar, se gastaron nada menos que la cantidad de 155 millones 892 mil pesos en la protección médica de 500 diputados federales y 2 mil 342 familiares, cuando es claro que cuentan con la dependencia que se llama Seguro Social, hoy en la picota del desprestigio por los sucesos de Hermosillo, y el ISSSTE, otro instrumento de poder en manos del SNTE y del Panal.

La póliza del seguro de gastos médicos mayores fue firmada con la compañía extranjera MetLife, una de las aseguradoras más grandes del mundo, a quien los panistas, en la personalidad de Vicente Fox, le “vendieron” Aseguradora Hidalgo, una de las empresas mayor solidez económica del gobierno, con más de dos millones de asegurados, que es el número de empleados de la burocracia federal.

Y esta es una más de las razones para que se cancelen los “plurinominales”, ya que el 40 por ciento de los 155 millones del costo de esta atención médica se la llevan los inservibles que los ocupan, sintiéndose ofendidos si los mandan al IMSS o al ISSSTE, ya que su categoría es “súper” y no pueden ser confundidos con el montón de pueblo que sufre la desatención de un mal servicio.

Y todavía más: Los millonarios líderes del SNTE, arropados por Elba Esther, están haciendo el gran negocio en la venta de seguros de vida por descuento en nómina a los maestros, que suman un millón 600 mil. La empresa que tiene este filón es propiedad de Napoleón Gómez Urrutia, fugitivo de la justicia, por haber dispuesto de 55 millones de dólares de los mineros. Se llama Argos y su crecimiento ha sido ascendente con esta mina de oro que se ha encontrado.

Mientras, los señores de la pluma y de las computadoras en el Distrito Federal, se están poniendo las botas con la humanidad del gobernador Bours. Lo sitúan como el peor de los gobernantes que ha tenido Sonora desde que los Yaquis tenían el control de esa zona del noroeste de lo que hace ya varios siglos. Bien es cierto que muchos de ellos ya han reconocido que el responsable principal es el IMSS y que también deben de estar en el altar de los sacrificios Daniel Karam y Juan Molinar Horcasitas.

La fobia en contra de Bours ha tenido características tridimensionales. En los Mandamientos del 5 de Julio de la Inmaculada Percepción, Vianey Esquinca, de Excelsior, encontramos lo siguiente:
“No dejarás que se quemen los niños en ninguna de las guarderías de tu estado, porque podrá quedar quemado tú en su lugar y menos dirás que duermes como niño, porque puedes morir linchado o ahorcado por tu propia lengua. Tampoco deberás echarle la culpa de todas tus desgracias a los medios”.

Pero, también, los boursistas le dedican sus loas y lo defienden: “No permitirás que se burle a la voluntad ciudadana. Si ganaron que sea en forma limpia y no chapucera. No te doblegues ante el imperio del poder presidencial y del dinero corrupto de los panistas. Ellos están perdidos y tú estás en tu derecho de protestar. Sigue adelante y cuenta con los sonorenses que claman por la verdad en los resultados electorales”.

En, fin caras vemos, corazones no sabemos...

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