jueves, 9 de julio de 2009

Pluma, Papel y Poder…

Mi admirado Arturo Soto,

Te felicito, tus escritos demuestran que siempre habrá unos chapos más iguales que otros… Eres ejemplo positivo de que hasta entre los chapos existen repartos desiguales de neuronas.

Fíjate que comparto prácticamente todas tus opiniones y afirmaciones sobre los políticos -¡cómo si te importara!-, pero creo que en tus retobos dejaste de lado a otro grupo importante de la grilla sonorense.

Desmemoria, no creo; prudencia, tal vez; sentimiento de identidad gremial, podría ser; respeto o temor a las redes de la inquina, y para evitar que te traigan cosido a chingadazos, es lo que presumo.

No es asunto de retobos en piso pavimentado, son las hechuras; es el caso que creo llegado el momento de limpiar a profundidad la casa sonorense de la libertad de expresión. Déjame entonces que hoy confíe mis sentimientos ciudadanos.

Es que, aunque se entiende que por fidelidad al oficio le saques al bulto, también estarás de acuerdo que dan ansias encabronadas las tretas de los autonombrados “periodistas”; que enervan los chorreaderos de tinta patrañosa de los golpeadores mediáticos de tiempo completo, o peor, que los comunes y corrientes estamos en absoluto estado de indefensión, porque en Sonora muchos de los depositarios de la historia de lo inmediato abdicaron a los códigos éticos del periodismo, con la insana intención de poner sustantivos y adjetivos a las órdenes de Bours.

Chocan los engaños y simulaciones con el uso desmerecido de la palabra, porque simple y sencillamente, mi admirado Chapo Soto, la actitud supina de la gran mayoría de los comunicadores y periodistas -dedicados a lo mismo pero que no son iguales- de Sonora, durante el sexenio de Bours, deja muy mal parada a la libertad de expresión en este jirón de tierra mexicana.

Ahora que vivimos la temporada del colapso de las vanidades, del quiebre sistémico del boato artificioso; etapas terminales de los tiempos en que lo importante se relegaba al segundo término para ocuparse de lo coyuntural (afanes de cumplirle comezones urgentes al “jefe”, por si las moscas y por los “quien quita y lo pida el góber”), bien vale la pena “alrevesar” el morral, tirar lastre y lacras.

Ahora, que rinde más seguirse de frente que devolverse, porque las resquebrajaduras del sistema boursista provocaron puntos de inflexión espectaculares en las lealtades, es la hora de exhibir en la plaza pública a los antihéroes, con todo y los códigos crípticos de quienes dedicados a la comunicación, carecen de escrúpulos, pundonor y profesionalidad.

Ahora que tal fauna cadavérica es la primera en abandonar los despojos boursistas para vomitar cobardemente el detritus colorado y renegar del cadáver insepulto, es hora de ponerlos en el paredón con acusaciones sustentadas.

Esas plumas “jediondas” que en vísperas de las elecciones estuvieron alharaquientas como pocas veces, engordándole egos a los candidatos oficiales y cacaraqueando anticipadamente triunfos que sólo existían en las molleras alquiladas de tales “comunicadores”.

Así vimos que retacaron postes con tinta meliflua; que sesudamente prospectaron titipuchales de triunfos “zapato” a las siglas del PRI. Otros tramposos que encimaron entrevistas triunfalistas a declaraciones mesuradas, o los que para orientar preferencias, festinaron e ironizaron supuestas debilidades de candidatos opositores, que por ser adversarios del partido oficial, los fueron también de los perversos enquistados en prensa, radio o televisión.

Te recuerdo unos pocos nombres, “alcabos” que van por mi cuenta y a mi nada me importa porque nada tengo -bueno me quedan la libertad y la vida- y aún presumo mi libre pensamiento; ahí te va la primera remesa:

Carlos Moncada, me sonrojan sus disparates proditorios a nombre de la cultura sonorense y la libertad de expresión; Ruiz Quirrín y su Primera (p)Lana, que juntos o separados, ejemplifican monumentales insultos al código de honor periodístico; el “bizcocho” Navarro y el gacetín crítica (con minúsculas), cuyas escatologías embarran manos, ojos, pensamiento y emociones; en la TV y a veces en papel, un par de simplones llamados Víctor Mendoza y su patiño Hilario Olea, que entre gracejadas y boberías adulan a quien ostenta el poder y escarnecen a contentillo al disidente o al no alineado; en Cajeme, campea el palurdo Mario Rivas cuyos libelos asquean las entendederas; un tal Holguín en Expreso, y otro del mismo apellido pero llamado Martín, cuyos filoboursismos sólo encuentran equivalentes en la materia que escurre de los intelectos podridos… Martín Holguín

¡AY, Chapo! mejor te dejo a ti el ejercicio, tú los conoces desde adentro, y ustedes se saben mañas y alcances. En fin, Arturo, que por estas fechas los criminales de la libertad de expresión se desmarcan en chinga del gobierno boursista. Es hora de cazarlos, cuando despavoridos por la “juída”, pierden porte y estilo.

De repente todos salieron alérgicos al colorado fascista; se les acabó la afición vernácula y el regusto por coricochis, bacanora, machaca y coyotas. Las cabalgatas, las catotas y las “retas” de beisbol no serán aficiones obligatorias durante los próximos seis años. Eso parece… por de pronto lo agradecen las nalgas y el pliegue interglúteo.

Terminó la amnesia sexenal; los tinterillos súbitamente recordaron que viven mundos globalizados, que los chilangos también son mexicanos; que andar echado pa´lante conlleva los riesgos de los “trompezones”; y para las penas de los sonorenses bien nacidos, se dieron cuenta que el gobernador es altanero y que el sexenio de Bours apesta a corrupción, tráfico de influencias, nepotismo, negligencia y autoritarismo antidemocrático.

Así es mi estimado Chapo Soto, ya pusiste en su lugar a los políticos de la primera línea, ahora síguele con los cagatintas mandaderos, que en seis años y por encargo, despepitaron consignas a los puntos cardinales de la querida geografía sonorense; arrasa con los que asquearon los rincones de esta Matria desértica de verdades, y…, merecedora de buenos hombres.

Es hora del código de honor, de crear modelos de actuación serios, responsables que resplandezcan verdades y dignifiquen la grandeza del periodismo…, en pocas palabras, de la libertad para el pensamiento, de la libertad de expresión y de la libertad de prensa, que tanta falta hacen a la sociedad sonorense.

De salida: las palabras como las manos, así como sirven para acariciar, también son útiles para golpear. Que la coyuntura del interludio de sexenios sirva para reflexionar sobre los usos perversos de las palabras escritas o habladas.

Que si la palabra golpea, que entonces se dedique a golpear la injusticia, la deslealtad, la deshonestidad, la miseria, la traición, el desgano o la corrupción.

Jesús Noriega

Comentarios a la nota:

Javier 2009-07-08
Què buena te la aventaste, pero te faltaron muchos màs, como por ejemplo: el samuel valenzuela, marcelo beyliss, ernesto gutièrrez, los guirado, el enguerrando, el pancho arenas, el gordo barrera (creo que anda chingando gente por Guaymas), el olaìs (hace rato le perdì la huella), alejandro islas, etc. Todos ellos "porros" de la pluma. Espero que estos "comunicadores" dejen de alquilar sus plumas al mejor postor. Ah, y por favor, si publicas esto, no pongas mi correo, pues trabajo en el gobierno.

Anónimo 2009-07-11
TE FALTARON UN FRIEGO, PERO TE MENCIONO UNO EN MAGDALENA DE KINO: fracisco eloy bustamante tapia (tambièn con minúsculas). POR TEMOR A REPRESALIAS EN ESTE PUEBLO TE SOLICITO EL ANONIMATO AL PUBLICAR, PERO TIENES MI CORREO Y MI NOMBRE REAL. GRACIAS.

1 comentario:

Anónimo dijo...

TE FALTARON UN FRIEGO, PERO TE MENCIONO UNO EN MAGDALENA DE KINO: fracisco eloy bustamante tapia (tambièn con minùsculas). POR TEMOR A REPRESALIAS EN ÈSTE PUEBLO TE SOLICITO EL ANONIMATO AL PUBLICAR, PERO TIENES MI CORREO Y MI NOMBRE REAL. GRACIAS