lunes, 15 de junio de 2009

Los 30 mil millones de pesos

Álvaro Cepeda Neri

Los dos hermanos Robinson-Bours (como los gemelos de Polonia: Lech y Jaroslaw Kacynski), los millonarios “gemelos Bachoco”, Eduardo y Ricardo, han “declinado” la postulación presidencial del partido de Elba Esther Gordillo, el Panal, para regresar a una actividad empresarial que nunca han ejercido ya que la familia, sobre todo los tíos, principales accionistas de la actividad avícola, jamás los han dejado intervenir en el negocio y los han becado para que se dediquen a la política electorera donde, campeones de la corrupción, han sembrado los daños que, sobre todo, tienen sus consecuencias en la administración pública desde la gubernatura sonorense.

Estos gemelos: uno el (des)gobernador aparente, dado que el papá de ambos, “don Javier” es quien hace y deshace, y el otro, dueño del fideicomiso “Impulsor” que se dedica a impulsar la apropiación, desde Puerto Peñasco a Guaymas, de las costas para cimentar inversiones de la familia (al estilo de Al Capone o al menos de El Padrino) y de sus socios-cómplices de inversionistas locales encabezados por Ricardo Mazón (el compadre o compinche de todos los gobernadores, de Samuel Ocaña a Robinson-Bours) y nacionalmente acaudillados por Mario Laborín, el cuñado comodísimo de los gemelos de Cajeme, aunque nada más lo sea directamente de Eduardo. En el botín costero y urbano participan capitalistas estadunidenses y canadienses, con los que el (des)gobernador ha hecho relaciones de negocios.

En la revista de Rogelio Cárdenas Estandía (El Financiero: 20/VIII/07) donde aparece el gordísimo Robinson-Bours y Castelo, con la mano izquierda buscándose los testículos (es ya célebre la frase de que Eduardo: “tiene huevos, pero los vende”) y lo mejor peinado que puede tras domar su cabellera de cepillo, se puso en pose para asegurar “que su búsqueda de la candidatura priista a la presidencia para 2012 se encuentra descartada”. Así que este Bours no solamente se apuntó como precandidato emergente de la pandilla Jackson-Yarrington-Gordillo para sustituir a Montiel e incluso para echar de la candidatura a Roberto Madrazo, sino que, caliente que andaba como gallina ponedora se sintió la mamá de los pollitos y, desde la derecha empresarial y guadalupana, esperaba turno para la sucesión calderonista, si es que ésta logra alcanzar la otra orilla del final de su sexenio. Robinson-Bours esta deschavetado, como el loquito aquel del mercado municipal de Ciudad Obregón que con un café desvariaba y vociferaba: “¡voy a ser presidente... voy a ser presidente!” y los parroquianos lo secundaban prometiéndole votar por él. En cambio, por Robinson-Bours, nadie, ni su compadre Mazón, le ofreció tal cosa.

El caso es que comprando votos de legisladores o por cualquier otro medio semejante, pues el botín de los 10 mil millones de pesos alcanza para la pandilla que desgobierna Sonora, Eduardo, ingeniero agrónomo que solamente conoce el campo para ir a las carnes asadas y la cerveza con su corte, tras un período de tres meses, impuso, por 30 años, una deuda sin precedente que habrán de pagar los sonorenses. Bours se comprometió a usar 4 mil 200 millones para pagar la deuda directa del gobierno estatal. Y el resto los destinará para financiar los proyectos privados y personales de los Robinson-Bours en infraestructura donde se asentarán los negocios de él, de los Olegario Vázquez Raña y el enlace de éste Ernesto Rivera (director de palo de Excélsior, el periódico de Fox y Mart(h)a), nacido en Hermosillo; de Mario Laborín, quien está a punto de poner en marcha el Banco Monterrey, cuya concesión le otorgó, a cambio de acciones, la ex pareja presidencial Fox-Sahagún.

La información sobre el llamado “Plan Sonora Proyecta” que, en realidad, es el Plan con maña de los gemelos Robinson-Bours, no solamente se dio a conoce de inmediato por la cadena de televisión de los Bours, las radios adictas al (des)gobernador y los medios impresos de la entidad a los que amordaza con la publicidad o de plano con la censura y las amenazas. También se desplegó en publicidad en la capital del país y no se diga en las páginas de Excélsior, Televisa, TV-Azteca, en espots de a millón el minuto (y que le mereció la crítica del columnista Raymundo Riva Palacio, en las páginas de El Universal).

Por todas partes ordenó Robinson-Bours festinar el endeudamiento por la vía de colocar bonos de deuda por esos 10 mil millones de pesos y que se convertirán en 30 mil millones de pesos a pagar a los tenedores (que son los mismos Robinson-Bours y sus cómplices, en lo que es un negocio multimillonario). Los legisladores locales priistas, incondicionales y “pa’ servir al patrón”, puesto que “el que paga manda”, tres diputados del PRD, comandados por Juan Manuel Sauceda Morales, al que tildaron de traidor, y dos del PT, aprobaron el endeudamiento y ya con la votación en lo particular, el decreto de marras fue publicado en el Boletín Oficial para su promulgación y ejecución. Quizás a Robinson-Bours le sale “el tiro por la culata”, si prospera la queja constitucional que han promovido los integrantes de la oposición en el Congreso Local. Así que por 17 votos a favor y 16 en contra, la maniobra de Bours logró endeudar a los sonorenses por 30 mil millones de pesos durante tres décadas o sea cinco sexenios durante los cuales los que resulten gobernadores lo serán atados al pago multimillonario.

Y para encubrir el fraude que está en marcha, los gemelos Robinson-Bours han creado un fideicomiso. Esta figura jurídica-económica-bancaria impide el control y revisión de esa deuda, ya que se manejará como inversión privada y muy particular, para eludir la fiscalización administrativa y legislativa. Los fideicomisos han sido el recurso constante de Salinas, Zedillo y Fox, para sustraer recursos públicos e invertirlos de manera privada sin tener que rendir cuentas, como lo estableció la complicidad de la Suprema Corte, para encubrir la corrupción de los gobernantes y la de los propios ministros de esa cúpula judicial que establecieron fideicomisos para su provecho.

“No me vendí”, exclamó el diputado perredista Sauceda Morales, secundado por Reynaldo Millán Félix y la ausencia premeditada para el golpismo de Petra Santos Ortiz. Y para completar la mayoría de Bours, el integrante del partido del Trabajo: Mónico Castillo, decidió la victoria para endeudar a Sonora, como no lo hizo gobernador alguno de la entidad. La voracidad depredadora de los gemelos Robinson-Bours ha consumado un atraco. Y en su cinismo religioso, el (des)gobernador, dándose golpes de pecho visitó tres edificios de la iglesia católica y a quienes cubrían el acto de la desfachatez fundamentalista al estilo cristero de El Yunque (no se olvide que Bours es socio-cómplice de Manuel Espino), declaró que “reza todos los días para que se apruebe el endeudamiento... por el bien de toda la población”.

Así pues, Robinson-Bours, quien busca dejar heredero en el 2009, y dice que se va a vender huevos (y hasta pollos con relleno de cocaína, como se han estado transportando en los camiones de su empresa avícola), logró embolsar en un fideicomiso privado 10 mil millones de pesos y endeudar a Sonora por 30 mil millones de pesos.

http://www.sonora.contralinea.com.mx/archivo/2007/noviembre/htm/30_millones_pesos.htm

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